POCO FLORO: EL BLOOOGGG (SOLO PARA ADULTOS O POSTULANTES A)

La gente lúcida sufre mucho. Por eso toma para atontarse...

Esto es un blog porque ellos lo dicen ("ellos", históricamente, realmente no existen, pero siempre se les menciona: no sabemos de quién diablos hablamos pero, como no hay a quien echarle el pato, pues "ellos" controlan las cosas, "ellos" suben la gasolina, "ellos" mataron a Kennedy, "ellos" nos observan, etc.) Blod, no, blot, carajo, blog... La palabra misma suena a pedo, estornudo, a tos de gago: "blog", bienvenidos a mi "blogggggg"... Lo peor es que -se supone- el susodicho debe tener un life motif (orden de "ellos", también) y, para serles franco, no lo tengo. Sorry pero, vivir debe tener un motivo? Acaso siquiera nos consultan? Pero ya que hemos sido invitados, a la prepo o no, hay que motivarse pues. Sino se acaba, por ejemplo, como la amante de Kennedy o el de la caminata lunar. En fin, si eres activista de derechos humanos, brigadier de tu clase, presidente de la APAFA o buscas cosas "positivas" en internet, en el sentido cursi-aburrido del asunto, aquí pierdes tu tiempo.Yo no quiero salvar al mundo, más bien estar a salvo de él. Tampoco quiero la paz mundial, pero estaría mejor si el mundo me deja en paz. Eso se consigue sólo de tres formas, simplísimo: durmiendo, muerto, o escribiendo. La primera, lamentablemente, dura poquísimo y está el peligro de soñar, lo que te puede jugar una mala pasada y levantarte con ganas de opción dos, por ejemplo. Y opción dos vade retro, con dos te miro con tres te ato, abracadabra, back off, atrás animal feroz... No, soy bien masoquista y por el momento me encanta vivir para escribir. Tres, la ganadora. Pero en mi mundo dentro del mundo (ojalá lo entiendan, sino, los invito a leerme. A leer mi bloooggg...)



Powered By Blogger

Sunday, May 16, 2010

Ai Guant Tu Breik Fri (II)

-Quién canta eso?- pregunta Rómulo, sorprendido.
-Cuin,
-El del británico, en todo sentido?
-Vamos Rómulo, no seas homofóbico.
-Homo qué?
-Matacabros.
-Nada que ver causa, nada más que ese pata canta música media rara y no creo que la pongan en la fiesta.

Era cierto. Yo estaba entre los contadísimos caídos del palto que, a la hora del recreo, no compartía mi discman con nadie, no por razones de tacañería adolescente, sino porque, mientras todos mis amigos obedecían caribeñamente las arengas arriolas de El General...

-"Alza la mano si tú estás gozando (...) muévelo, muévelo."

...yo, anglosajona y acomplejadamente, y, casi siempre, encerrado en el baño, masticaba algún dialecto incomprensible (aún no sabía inglés, ya lo saben) con los solos tóxicos de Slash, la garganta huarapera de Axel, la nueva ola de letras lacrimógenas de Los Dolton's (influencia de mi viejo en mi niñez temprana, auto-destructiva manera de extrañarlo más, desde el divorcio con mi vieja) o la ópera rockera del gran Freddy Mercury. No, yo no estaba pegado -lo que me hacía aún más marciano- a los ritmos juveniles de moda. En eso había que trabajar también.

-Rómulo, no sé bailar El General.
-Bueno, primero que nada, no se baila a un cantante, compadre. Es como si me dijeras "no sé bailar Eva Ayllón." El General canta reguetón, apréndete eso. Y se baila así...

Los contorneos de Rómulo eran -siendo justo con este amigo entrañable que este blog trata de evocar-, por lo menos, dudosos. Carajo, recuerden que apenas nos crecía bigote y en Lima ser ampayado en cualquier situación ambigua podía ser tu cruz por los siglos de los siglos amén. De haber sido pillados, pues, los dos solos en aquella mítica azotea de su jato (que tantas borracheras ilegales cobijó), habríamos pasado tranquilamente por espalda sudada, canoa mojada, quemada de arroz, etcétera, por ser estos bailes de naturaleza explícitamente arriola... Y cómo explicar al ojo impertinente que mi buen amigo sólo me estaba enseñando a bailar. Pero continuamos: tienes que bajarte hasta el suelo Hernán para que la jerma se impresione, a ver si me sale Rómulo. Hasta que ese ojo impertinente apareció.

-Ja ja já, ahora le digo a mi papá que bailas con Hernán.
-Qué haces aquí chibolo de miércoles?

El chibolo de miércoles, y de sábado pre-fiesta, era el hermano menor de Rómulo, Esteban. Yo sonreía nerviosamente: el mocoso también iba a nuestra escuela. Mi reputación estaba en juego.

-Al menos no me orino en la cama.
-Ya no me orino ya Rómulo, baboso.
-No te orinas? Y el mapa del Amazonas que dejas todos los días en tu cama? Quieres que le tome una foto a las sábanas que la vieja saca a airear? Zafa zafa nomás si no quieres que todo el colegio se entere que necesitas pañal, so meón viejonazo.
-No digo nada si... Bueno...
-Quieres chicle? -intervine malhumorado, ya odiando un poquito también al mocoso: eran ya las seis, faltaban sólo dos horas para la fiesta, debíamos apurarnos.
-No, mis papá dicen que no puedo comer dulce.
-Plata?
-Qué plata ni qué huevada, Hernán, estás loco? Vas a necesitar por si te liga el plan con la flaca. Este cojudo no va a decir nada porque ya sabe la que le espera.
-Ya pues, como las huevas, igual el otro año nos cambian de colegio.
-Qué?
-Sí, bueno, eso dice mi viejo, Hernán, pero no es seguro.

Fue el primer buen amigo que perdí durante la adolescencia, Rómulo. Llegó a mudarse a Trujillo unos meses después, cuando acabó el año. El internet no era el fenómeno comunicacional que es ahora, así que no tuvimos manera de mantener contacto. Lo que me sorprendió no fue el que se mudase -su papá era de la policía, apenas habían estado en Lima por dos años, trasladados de Apurímac- sino que no me lo contara. Quizás tuvo mucho que ver con que sietes horas después, borrachos y vomitando sobre las sábanas orinadas de Esteban, fumando nuestro primer cigarrillo alegre en la vida, también, me confesara que era su mejor amigo, Hernán, y nunca le habría enseñado a bailar a nadie. Y que le llegaba altamente tener que mudarse de nuevo. Odiaba a su papá, a su mamá, a su hermano, pero, cómo son las cosas, Hernán, compadre, también los quería. Sobre todo a Esteban, este chibolo huevón. Me di cuenta de cuánto quería a su hermano menor cinco horas después. Adolescencia, que le dicen...

-Ah bueno. Ojalá que, bueno, si se mudan, no sé, esté más paja, por allá, a donde vayan, no?
-Después hablamos de eso. Qué miércoles quieres entonces, mocoso del carajo?
-Llévame a la fiesta.
-Estás loco, o tanta pichi ya te atrofió el cerebro? Esta fiesta es sólo para los de cuarto año. Tú estas en primero. Así quisiera, con esa cara de pajarito no te van a dejar entrar.
-Yo no he dicho que quiero entrar, sólo quiero ir. Puedo estar afuera escuchando la música. Llévame o le digo a todos el lunes que bailas como mono. Además, yo tengo ese disco que dice Hernán.
-Qué? El de Cuin?
-Sí. Mi mamá escucha eso. Lo puedo traer.
-Llevémoslo Rómulo, qué más da.
-Carajo, voy a pensarlo. Primero trae el disco, meón.
-Ya vengo. Te traigo el trago que esconde mi papá, también?

(Continuará...)

6 comments:

  1. por fin compare buena no te demores la proxima

    ReplyDelete
  2. a ver si lo haces todo de un tirón para la próxima. buena, te gusta tener a la gente en espera. vale

    ReplyDelete
  3. Ya era hora de que verdaderamente disfrutemos de tu maravillosa pluma, me hubieras dichi y yo te enseñaba a bailar hasta huayno.
    El REy

    ReplyDelete
  4. oalaja llegue la tercera parte antes de navidad jejeje

    ReplyDelete
  5. antes de 28 de julio

    ReplyDelete
  6. Soy Pepe: muy buena, no nos hagas esperar mucho

    ReplyDelete